Científicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han conseguido hacer crecer grafeno, un material extremadamente fino, resistente y flexible, sobre cristales de oro, lo que facilitará su incorporación en los dispositivos tecnológicos futuros, permitiendo, entre otros, ordenadores mucho más rápidos.
Los científicos Antonio Javier Martínez Galera, Iván Brihuega Álvarez y José María Gómez Rodríguez han publicado los resultados de este trabajo después de un año de investigación en la revista 'Nano Letters'.
Existen varias fórmulas para fabricar grafeno, entre ellas por deposición química en fase vapor, una técnica en la que se expone una superficie metálica a altas temperaturas a un gas con carbono, por ejemplo el metano.
La superficie metálica favorece que se produzcan reacciones químicas que dan lugar a la descomposición del gas en carbono e hidrógeno.
Los átomos de carbono resultantes se ordenan sobre la superficie metálica formando una red periódica con forma de panal de abeja y de un solo átomo de espesor.
Esta es una de las fórmulas tradicionales, según Martínez-Galera, quien ha indicado a Efe que este método no funciona en todas las superficies, entre ellas aquellas inertes (incapaces de favorecer reacciones químicas) como el oro.
Hacer grafeno sobre cristales de oro
Esto es lo que han conseguido los investigadores de la UAM, hacer crecer grafeno sobre cristales de oro.
Las propiedades eléctricas del grafeno, entre otras, dependen del sustrato en el que está apoyado, según Martínez-Galera, quien ha detallado que la principal ventaja del sustrato de oro es que éste preserva las extraordinarias propiedades electrónicas que tendría "una capa de grafeno ideal".
Y son precisamente esas propiedades eléctricas tales como la elevada movilidad de sus electrones las que permitirán en un futuro hacer, por ejemplo, ordenadores muchísimo más veloces que los actuales, según este investigador.
Para obtener grafeno sobre cristales de oro se utiliza un método distinto al tradicional.
En la fórmula tradicional por deposición química se expone una superficie metálica (de cobre, por ejemplo) a un gas, que se descompone dejando el carbono en el citado material y eliminando el hidrógeno.
En esta ocasión, al ser el oro un material inerte, el gas no logra ni si quiera pegarse a la superficie de oro y por tanto tampoco puede descomponerse sobre ella.
Un nuevo modo de producir grafeno
Para subsanar este problema, los investigadores de la UAM han usado un cañón para ionizar el gas y lanzarlo contra la superficie de los cristales de oro, consiguiendo así que éste quede adherido a la superficie de oro.
El grafeno, a caballo entre un metal y una sustancia semiconductora como las usadas en transistores, chips y derivados, fue dado a conocer al gran público cuando los rusos Andre Geim y Konstantin Novoselov, que llevaban trabajando una década en este material, fueron distinguidos con el Premio Nobel de Física 2010.
Puede llegar a ser el sustituto del silicio en chips de los sistemas informáticos y tiene potencial para impactar a corto y medio plazo en las tecnologías de la información y comunicación.
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