Hay un montón de talento desaprovechado que emigra a otros países en busca de lo que no pueden conseguir en casa. Telefónica se ha propuesto frenar parte de esas salidas y, por qué no, aprovecharlo todo lo posible.
"Llevamos mucho tiempo viendo que hay un montón de gente con ideas innovadoras, pero que muchas veces por falta de oportunidades y financiación no puede desarrollar sus ideas", explica Gonzalo Martín- Villa, CEO de Wayra, la aceleradora de start ups tecnológicas de Telefónica. "Queremos dar oportunidades para que esa gente desarrolle sus proyectos en sus países de origen, sin tener que emigrar".
En Wayra apoyan proyectos relacionados con la tecnología de la información "dedicadas a los temas de la salud, moda, agricultura, arte, sector financiero, seguridad...", apunta Martín-Villa. "No podemos acelerar cosas que desconocemos", añade.
La multinacional española se hace socia de la empresa con alrededor de un 10% del capital. Se comprometen a no tomar control de las empresas, ni a pedir exclusividad de algún tipo, pero a cambio se guardan un as en la manga: si tienes un producto y lo quieres vender, quieren ser los primeros en poder comprártelo. "Las start up están desarrollando productos y servicios que serán los que nosotros tendremos que vender a nuestros clientes en el futuro", explica.
Claro, que antes de 'comérselo', Telefónica 'se lo guisa'. La incubadora dota los proyectos con 40.000 euros. "El capital es importante porque esta gente se encuentra en un proceso muy inicial, y lo necesitan para funcionar. Pero todo lo demás es mucho más importante".
Durante los seis meses que dura el periodo de aceleración, Wayra proporciona un espacio físico para trabajar, las academias, asesoramiento y todos los servicios necesarios para crecer. Cuando las empresas están preparadas para salir al mercado, se encarga de juntar a una comunidad inversora, a la que da a conocer los proyectos para que inviertan en ellos. En las cinco primeras convocatorias para reunir capital casi se ha triplicado el dinero que ha venido de fuera respecto a lo que se han invertido inicialmente.
Hasta ahora ha invertido en 180 empresas, en 11 países diferentes. De ellas, alrededor de 50 ya están fuera o terminadas y de las que Telefónica sigue siendo socia. Más de siete millones de euros invertidos en aproximadamente año y medio.
Aunque tener la marca Telefónica detrás es un importante impulso, no asegura la proyección que a priori podría esperarse. "Tampoco hay que mentir, el ratio de mortalidad de este tipo de empresas es muy alto", confiesa Martín-Villa, aunque cree "por ahora las cosas van bien".
Un buen negocio de imagen para Telefónica
¿Es un buen negocio para Telefónica? "Aún no. Tiene que serlo, aunque con tiempos diferentes", asegura. El negocio no se refleja, al menos por ahora, en las cuentas de la compañía. Pero si en lo que supone de imagen para la empresa de telecomunicaciones.
"Eso es un tema que ha funcionado muy bien", asegura. No ha invertido en realizar campañas publicitarias y ha tirado de redes sociales. Tampoco ha vinculado el nombre de Wayra (viento en quechua) con el del gigante español. "Queríamos una iniciativa distinta y lo que ha pasado es curioso: todo el mundo sabe que somos Telefónica", cuenta asombrado.
Desde el punto de vista de imagen le da a la multinacional española "un aire más fresco y la ha acercado a la gente joven", piensa Martín-Villa, "en tiempos de crisis es una visión optimista". Gente que está consiguiendo sacar adelante sus ideas.
Fuente: Diario El Mundo
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