Durante 21 días no se han levantado de la cama. Se trata de los doce voluntarios que han participado en el último experimento de la Agencia Espacial Europea (ESA) para estudiar los cambios fisiológicos que sufren los astronautas en el espacio.
Durante tres semanas 12 hombres de entre 24 y 44 años han estado tumbados y con la cabeza colocada con una inclinación de 6º. Durante este periodo han sido sometidos a numerosas pruebas, que continuarán durante los próximos días.
Según explica la ESA en una nota de prensa, en este experimento han comprobado que la inactividad puede reducir la masa muscular y provocar una pérdida de hasta casi cuatro kilos.
Un estudio, financiado conjuntamente por el CNES francés de la agencia espacial nacional y es parte de ELIPS, el Programa Europeo para la Vida y Ciencias Físicas, ha obligado a los 'almohadanautas', como se les conoce, a vivir la experiencia en permanente contacto, con al menos uno de los hombros y la cadera, con la cama.
"Queremos conocer las mejores soluciones aplicables con el fin decontrarrestar el efecto de permanecer en el espacio o de estar inactivo, cuando los músculos y los huesos no se utilizan con normalidad" explica Vittorio Cotronei, responsable científico de este experimento.
El equipo de médicos del centro de estudios clínicos MEDES, en Toulouse (Francia) que les monitoriza para hacer un seguimiento exhaustivo, ha observado que uno de los participantes ha reducido su capacidad muscular, provocando una pérdida de casi 4 kilos.
Tres grupos
Los participantes fueron divididos en tres grupos con el objetivo de probar tratamientos para mitigar la pérdida de masa ósea y muscular. Uno de los tres grupos, el llamado grupo de control, pasó las tres semanas sin ningún tipo de contramedida. No se levantaron de la cama ni una sola vez, ni para ducharse o ir al baño.
Los otros dos grupos llevaran a cabo cortos pero intensos ejercicios de manera rutinaria en una plataforma vibratoria que ejercita los músculos de las piernas amortiguando el movimiento de elevación y caída. Unas correas les sujetan a la plataforma con una fuerza equivalente a unos 100-200 kg mientras los 'almohadanautas' llevan a cabo ejercicios de presión, levantando y bajando la piernas, durante unos minutos.
Estos ejercicios rutinarios se repiten cada tres días. "No es mucho tiempo, pero indudablemente se nota" afirma Eddy, del grupo de ejercicios. Además uno de los grupos, además de hacer los ejercicios ingiere suplementos de proteínas, tal y como hacen los culturistas, con el fin de incrementar su masa muscular.
Un programa de un año
Los voluntarios participarán en todas y en cada una de las fases de este proyecto, cuya duración total será de un año. Entre cada sesión de reposo tienen cuatro meses para recuperarse y descansar.
Las habitaciones son compartidas. En cada una hay dos voluntarios y todos debaten sobre los procedimientos a través de grupos de chats. Médicos de Francia, Alemania, Italia, Austria y Canadá llevan a cabo los experimentos.
Los participantes tienen acceso a Internet y todos están de acuerdo en que el contacto social los mantiene motivados. "Algunas personas nos ven como cobayas, pero sabemos exactamente lo que hacemos yno somos en absoluto animales de laboratorio" dice Marc, que forma parte del grupo que hace ejercicio y toma un suplemento alimenticio.
No estaban aislados
"El personal médico está muy ilusionado con los experimentos y son muy amables" dice Marc, "Estamos en contacto con la familia y los amigos con regularidad, así como con nuestros colegas, postrados en cama, y esto nos ayuda a seguir adelante".
Otro de los participantes, Nicolas, del grupo de control, anima a que aquellos que lo deseen a presentarse voluntarios para próximos estudios, ya que "permanecer tumbado es una buena oportunidad para conocerse mejor a uno mismo y una forma impresionante de participar en la aventura espacial del ser humano".
Fuente: Diario El Mundo
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