Microsoft insiste: no tira la toalla en los dispositivos móviles. Ni en las tabletas, ni en los móviles. La compañía lleva una semana maratoniana y, tras anunciar que lanzará dos modelos de tableta a final de año, presentó el miércoles por la noche la próxima versión de su sistema operativo para teléfonos inteligentes, Windows Phone 8. Dispuesta a batallar, además, lo hizo queriéndose quitar de encima la imagen de empresa con productos poco cool que tenía hasta ahora e incorporó un gran número de novedades respecto a la versión anterior de su software para móviles.
La multinacional, que se enfrenta a huesos duros de roer, como el iOS de Apple y el Android de Google, presentó un sistema operativo que se ganó las alabanzas de gran parte de los analistas, salvo porque no habrá actualizaciones para los móviles con Windows Phone 7. Y es que WP8 llevará cuando salga al mercado una cartera virtual (Wallet), donde se guardarán las tarjetas de crédito, los cupones o las tarjetas de fidelización, similar al Google Wallet de Google o al Passbook de Apple; integrará Skype para hacer videoconferencias con chat, los mapas de la división de Nokia Navteq, y el navegador Explorer 10 que advertirá cuando una web no es segura.
Además, el nuevo Windows Phone soportará teléfonos con procesadores de varios núcleos (para poder tirar de más procesamiento cuando sea necesario o de menos para consumir menos batería), trabajará con diferentes resoluciones de pantalla (incluyendo el de alta definición 720p) y soportará tarjetas micro SD para que los usuarios almacenen más archivos multimedia o instalen aplicaciones guardadas en ese formato. Nokia, Samsung, HTC y Huawei serán los primeros fabricantes en lanzar terminales con Windows Phone 8, que no llegarán al consumidor hasta finales de año.
Para muchos analistas, el nuevo Windows Phone se pone a la altura de su competencia en funcionalidades, al menos en una primera toma de contacto. Ahora habrá que ver qué opinan los consumidores y los desarrolladores de aplicaciones, porque ambos colectivos tienen también en sus manos la llave del éxito o fracaso de Microsoft en este negocio.
El gigante del software es consciente de ello y, por eso, ha hecho un cambio muy relevante en su nuevo Windows Phone: compartirá el mismo núcleo con Windows 8 (el sistema operativo de Microsoft para tabletas y PC). Un movimiento que puede resultar esencial para atraer a los desarrolladores al terreno de Microsoft, porque podrán crear aplicaciones que servirán para los tres dispositivos. "La relación entre Windows Phone 8 y Windows 8 va más allá de la mera apariencia", insistió la compañía.
Microsoft señaló que actualmente hay 100.000 aplicaciones para Windows Phone 7. Un número muy alejado de las 466.500 para Android y de las más de 500.000 para iPhone. "Hasta ahora los teléfonos con Windows se estaban perdiendo algunas de las aplicaciones y juegos más innovadores", dijo a la BBC Malik Saadi, analista de Informa Telecoms. Pero, según la consultora VisionMobile, que ha encuestado a más de 1.500 desarrolladores de 83 países, la mayoría (un 57%), asegura tener planes de crear aplicaciones en Windows Phone, frente a un 28% que lo hará en iOS y un 25% en Android. El interés por Windows Phone se dispara, pero será clave que Microsoft mime los ingresos que genera a los programadores si quiere fidelizarlos. De momento, Microsoft ha dicho que WP8 llegará con juegos como Big Fish y otros de Zynga.
Apple paga 1,5 millones por publicidad engañosa
Apple ha sido multada en Australia por "publicidad engañosa". La compañía de la manzana deberá pagar más de dos millones de dólares (1,58 millones de euros) por haber publicitado la conexión 4G de su última tableta cuando, según la Comisión Australiana de Competencia y del Consumidor, no podía acceder a las redes locales de 4G. La multa equivale a las ganancias que obtiene Apple en 30 minutos de operación en el mundo, según indicó el portal Sydney Morning Herald.
El presidente de la citada comisión, Rod Sims, dijo que "la multa envía un mensaje a todas las empresas del mundo con operaciones en Australia cuyo material de marketing deberá cumplir con las leyes locales del consumidor", informó Europa Press.
Mientras esto ocurría en Australia, el consejero delegado de Foxconn, el fabricante chino de los iPhone e iPad de Apple, lanzaba un capote a la compañía de la manzana en su batalla contra Samsung. El directivo aseguró que el próximo iPhone "sacará los colores" al nuevo Samsung Galaxy S III. Ante sus accionistas, Gou presumió del potencial del próximo iPhone, sin desvelar sus características.
La mala noticia en el mercado de los smartphones llegó desde RIM. Celestica, una de las compañías proveedoras de componentes del fabricante de la Blackberry, ha roto su relación con la empresa canadiense, que ha visto caer duramente sus ingresos. RIM, que quiere ahorrar 1.000 millones de dólares, ha empezado a despedir a trabajadores.
Fuente: Diario Cinco Días
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