La MRI tradicional produce una imagen manipulando los átomos de hidrógeno de un objeto mediante potentes electroimanes y ráfagas de ondas de radio. Los átomos absorben, y luego emiten, la energía de las ondas de radio, revelando su ubicación precisa. Un ordenador traduce las señales de radio en imágenes. La MRI normal es una poderosa herramienta para examinar los materiales ricos en agua, como por ejemplo los órganos en nuestra anatomía, porque contienen una gran cantidad de hidrógeno, al ser éste uno de los dos componentes del agua. Pero es difícil de usar en sólidos comparativamente pobres en agua, como es el caso de los huesos.
El método desarrollado por el equipo de Sean Barrett, Merideth A. Frey, Michael Michaud, Joshua N. VanHouten, Karl L. Insogna, y Joseph A. Madri, tiene como objetivo los átomos de fósforo en vez de los átomos de hidrógeno, y aplica una secuencia más complicada de pulsos de ondas de radio. Estos pulsos extra son la innovación decisiva que permite obtener imágenes de alta resolución espacial de elementos como el fósforo, el cual es relativamente abundante en muchas muestras biológicas.
Imagen MRI. (Foto: Yale U.)
Fuente: Solociencia
Enlace patrocinado por
info@ingeypro.com
ingeypro. Servicios: Planes de Gestión de Residuos, Gestión de Obras, Planes de Seguridad y Salud, Eficiencia Energética, presupuestos, estudios de obras, Oficina técnica
Ingeypro en Cáceres, Madrid y Sevilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario