Como una bala envuelta en una cápsula metálica. Es quizá la mejor forma de definir una rapidísima
nube de hidrógeno que, inexplicablemente, ha conseguido mantener su consistencia después de atravesar a toda velocidad, hace millones de años, la Vía Láctea, nuestra galaxia. Según un detallado análisis llevado a cabo por Robert C. Byrd con el
telescopio Green Bank, de la Fundación Nacional de Ciencia norteamericana, el secreto de la supervivencia de la nube es que viaja envuelta en una auténtica
"coraza" de materia oscura. La nube, de 9.800 años luz de largo por 3.300 de ancho, se dirige ahora de nuevo hacia nosotros y
el impacto será inevitable.
Sin embargo, sin esa "armadura" de materia oscura, la nube hiperveloz conocida como
Nube de Smith, se habría desintegrado sin remedio hace ya mucho tiempo, durante su primera colisión con nuestro disco galáctico.
Si se confirman las observaciones, este halo de materia oscura podría significar que la
Nube de Smith es, en la actualidad, una
"galaxia enana" fallida, un objeto que tiene todo lo necesario para formar una auténtica galaxia, pero no lo suficiente como para que en su interior nazcan nuevas estrellas.
"La
Nube de Smith es realmente única en su género. Es rápida, bastante grande, y está lo suficientemente cerca como para poder estudiarla en detalle", asegura Matthew Nichols, del Observatorio Sauverny en Suiza e investigador principal de un trabajo que ha sido aceptado para su publicación en
Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
"Pero la nube también es un misterio -prosigue el investigador-. Un objeto como ese, sencillamente, no debería ser capaz de sobrevivir a un viaje a través de la Vía Láctea, aunque todas las evidencias apuntan a que, de hecho, lo hizo".
Estudios previos de la Nube de Smith han revelado que su primera "pasada" a través de nuestra galaxia se produjo hace muchos millones de años. Tras reexaminar el curioso objeto con sumo cuidado y elaborar detallados modelos informáticos de su comportamiento, los investigadores están convencidos de que contiene, y está completamente rodeado, por un grueso halo de
materia oscura, la sustancia invisible (sólo se detecta por la gravedad que ejerce sobre otros objetos que sí se pueden ver) que da cuenta de casi el 80 por ciento del total de la materia del Universo.
"Basándonos en las predicciones de su órbita, hemos demostrado que sin el escudo de materia oscura la nube no habría logrado sobrevivir al cruzar el disco de nuestra galaxia", afirma Jay Lockman, coautor del estudio. "Sin embargo, una nube con
materia oscura sobrevive fácilmente a este viaje y en nuestros modelos produce un objeto que se parece mucho a la Nube de Smith".
No hay comentarios:
Publicar un comentario