Un equipo de astrónomos ha empleado por primera vez una técnica de búsqueda de inteligencia extraterrestre que utiliza detectores sintonizados a la luz infrarroja. El nuevo instrumento ha comenzado a recorrer el cielo en busca de mensajes de otros mundos. Una de sus ventajas es que atraviesa el gas y el polvo interestelar, por lo que puede alcanzar distancias de miles de años luz sin requerir más energía. Incluso ha recibido el visto bueno de Frank Drake, el pionero en la búsqueda de alienígenas al que debemos su famosa ecuación sobre cuántas civilizaciones pueden existir en una galaxia.
«La luz infrarroja puede ser un excelente medio de comunicación interestelar», apunta Shelley Wright, profesora adjunta de Física en la Universidad de California, San Diego, quien ha dirigido el desarrollo del nuevo instrumento. Los pulsos de un láser infrarrojo de gran alcance podrían eclipsar una estrella, aunque sólo sea durante la milmillonésima parte de un segundo. El gas y el polvo interestelar es casi transparente al infrarrojo cercano, por lo que estas señales pueden ser vistas desde mayores distancias. También necesita menos energía para enviar la misma cantidad de información que con la luz visible.
La idea no es nueva. Charles Townes, científico fallecido de la Universidad de California Berkeley cuyas contribuciones al desarrollo de los láseres le llevaron a ganar el Premio Nobel, sugirió la idea en un artículo publicado en 1961.
Los científicos han buscado en el cielo señales de radio durante más de 50 años, y ampliaron su búsqueda al reino de la óptica hace más de una década. Pero los instrumentos capaces de capturar pulsos de luz infrarroja sólo han estado disponibles desde hace poco. «Tuvimos que esperar a que la tecnología se pusiera al día. Pasé ocho años esperando y viendo como surgía», dice Wright.
El nuevo instrumento, llamado NIROSETI, recopila más información que los anteriores detectores ópticos mediante el registro de los niveles de luz en el tiempo para que los patrones puedan ser analizados en busca de signos potenciales de otras civilizaciones, un disco que podría revisarse si surgen nuevas ideas acerca de lo que las señales extraterrestres podrían enviar.
Debido a que la luz infrarroja penetra más lejos a través del gas y el polvo que la luz visible, esta nueva búsqueda se extenderá a estrellas a miles de años luz de distancia en lugar de limitarse a solo unos cientos. Y el éxito de la misión Kepler, que ha encontrado un buen número de nuevos planetas, algunos en la zona habitable de su estrella, a la distancia adecuada como para albergar agua líquida en su superficie, ha impulsado la nueva búsqueda en una variedad más amplia de estrellas.
NIROSETI se ha instalado en el Observatorio Lick de la Universidad de California, en el monte Hamilton al este de San José y vio su primera luz el 15 de marzo. Este observatorio ha sido el escenario de varios rastreos organizados anteriormente por el Insituto SETI para la búsqueda de inteligencia extraterrestre, incluyendo un instrumento para buscar en el campo óptico.
NIROSETI podría descubrir nueva información sobre el universo físico. «Esta es la primera vez que los terrícolas observamos el Universo en longitudes de onda infrarrojas con escalas de tiempo de nanosegundo», dice Dan Werthimer, de Berkeley, investigador que ha participado en el desarrollo de la nueva búsqueda. «El instrumento podría descubrir nuevos fenómenos astrofísicos, o quizás responder a la pregunta de si estamos solos».
El equipo también incluye a Frank Drake, del Instituto SETI y la UC Santa Cruz, creador de la famosa ecuación de Drake, quien asesora las misiones. Drake señala varias ventajas adicionales de la nueva búsqueda: «Las señales son tan fuertes que sólo necesitamos un pequeño telescopio para recibirlas. Los telescopios más pequeños ofrecen más tiempo de observación, y eso es bueno, porque tenemos que buscar muchas estrellas para tener una oportunidad de éxito», señala. Los receptores son también mucho más asequibles que los utilizados en los telescopios de radio.
«Sólo hay un inconveniente: los extraterrestres tendrían que transmitir sus señales en nuestra dirección», advierte Drake, aunque ve un lado positivo a esta limitación. «Si tenemos una señal de alguien destinada a nosotros, podría significar que hay altruismo en el universo. Me gusta esa idea. Si quieren ser amables, les vamos a encontrar»
PATROCINADORES:
INGEYPRO INGENIERÍA Y PROYECTOS. OFICINA TÉCNICA DE CONSTRUCCIÓN
http://www.paginasamarillas.es/fichas/ingeypro_46762091N_002.htmlwww.ingeypro.com
Un equipo de astrónomos ha empleado por primera vez una técnica de búsqueda de inteligencia extraterrestre que utiliza detectores sintonizados a la luz infrarroja. El nuevo instrumento ha comenzado a recorrer el cielo en busca de mensajes de otros mundos. Una de sus ventajas es que atraviesa el gas y el polvo interestelar, por lo que puede alcanzar distancias de miles de años luz sin requerir más energía. Incluso ha recibido el visto bueno de Frank Drake, el pionero en la búsqueda de alienígenas al que debemos su famosa ecuación sobre cuántas civilizaciones pueden existir en una galaxia.
«La luz infrarroja puede ser un excelente medio de comunicación interestelar», apunta Shelley Wright, profesora adjunta de Física en la Universidad de California, San Diego, quien ha dirigido el desarrollo del nuevo instrumento. Los pulsos de un láser infrarrojo de gran alcance podrían eclipsar una estrella, aunque sólo sea durante la milmillonésima parte de un segundo. El gas y el polvo interestelar es casi transparente al infrarrojo cercano, por lo que estas señales pueden ser vistas desde mayores distancias. También necesita menos energía para enviar la misma cantidad de información que con la luz visible.
La idea no es nueva. Charles Townes, científico fallecido de la Universidad de California Berkeley cuyas contribuciones al desarrollo de los láseres le llevaron a ganar el Premio Nobel, sugirió la idea en un artículo publicado en 1961.
Los científicos han buscado en el cielo señales de radio durante más de 50 años, y ampliaron su búsqueda al reino de la óptica hace más de una década. Pero los instrumentos capaces de capturar pulsos de luz infrarroja sólo han estado disponibles desde hace poco. «Tuvimos que esperar a que la tecnología se pusiera al día. Pasé ocho años esperando y viendo como surgía», dice Wright.
El nuevo instrumento, llamado NIROSETI, recopila más información que los anteriores detectores ópticos mediante el registro de los niveles de luz en el tiempo para que los patrones puedan ser analizados en busca de signos potenciales de otras civilizaciones, un disco que podría revisarse si surgen nuevas ideas acerca de lo que las señales extraterrestres podrían enviar.
Debido a que la luz infrarroja penetra más lejos a través del gas y el polvo que la luz visible, esta nueva búsqueda se extenderá a estrellas a miles de años luz de distancia en lugar de limitarse a solo unos cientos. Y el éxito de la misión Kepler, que ha encontrado un buen número de nuevos planetas, algunos en la zona habitable de su estrella, a la distancia adecuada como para albergar agua líquida en su superficie, ha impulsado la nueva búsqueda en una variedad más amplia de estrellas.
NIROSETI se ha instalado en el Observatorio Lick de la Universidad de California, en el monte Hamilton al este de San José y vio su primera luz el 15 de marzo. Este observatorio ha sido el escenario de varios rastreos organizados anteriormente por el Insituto SETI para la búsqueda de inteligencia extraterrestre, incluyendo un instrumento para buscar en el campo óptico.
NIROSETI podría descubrir nueva información sobre el universo físico. «Esta es la primera vez que los terrícolas observamos el Universo en longitudes de onda infrarrojas con escalas de tiempo de nanosegundo», dice Dan Werthimer, de Berkeley, investigador que ha participado en el desarrollo de la nueva búsqueda. «El instrumento podría descubrir nuevos fenómenos astrofísicos, o quizás responder a la pregunta de si estamos solos».
El equipo también incluye a Frank Drake, del Instituto SETI y la UC Santa Cruz, creador de la famosa ecuación de Drake, quien asesora las misiones. Drake señala varias ventajas adicionales de la nueva búsqueda: «Las señales son tan fuertes que sólo necesitamos un pequeño telescopio para recibirlas. Los telescopios más pequeños ofrecen más tiempo de observación, y eso es bueno, porque tenemos que buscar muchas estrellas para tener una oportunidad de éxito», señala. Los receptores son también mucho más asequibles que los utilizados en los telescopios de radio.
«Sólo hay un inconveniente: los extraterrestres tendrían que transmitir sus señales en nuestra dirección», advierte Drake, aunque ve un lado positivo a esta limitación. «Si tenemos una señal de alguien destinada a nosotros, podría significar que hay altruismo en el universo. Me gusta esa idea. Si quieren ser amables, les vamos a encontrar»
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