¿Somos más promiscuos en climas fríos? A esta curiosa conclusión parecen haber llegado los investigadores de la Universidad británica de Exeter, tras analizar el comportamiento sexual de la mosca de la fruta o Drosophila melanogaster(cuyo modelo genético tiene sorprendentes analogías con los mamíferos y se usa en los laboratorios para estudiar las enfermedades humanas).
El informe, publicado por la revista Behavioural Ecology, demuestra que la temperatura ambiente es probablemente el segundo factor a la hora de determinar el comportamiento sexual, después de la predisposición genética.
El experimento se realizó con moscas de la fruta procedentes de Arizona (clima semidesértico) y de Montana (clima de alta montaña), sometidas a distintas temperaturas en el laboratorio de Pernyn, de la Universidad de Exeter, y a través de40 generaciones (el promedio de vida de la mosca es de apenas treinta días).
En cualquier caso, la observación común fue que las hembras de Drosophila melanogaster aceptan más compañeros sexuales en climas fríos, mientras que en los climas calientes tienen una tendencia a ser monógamas.
¿Somos más promiscuos en climas fríos? A esta curiosa conclusión parecen haber llegado los investigadores de la Universidad británica de Exeter, tras analizar el comportamiento sexual de la mosca de la fruta o Drosophila melanogaster(cuyo modelo genético tiene sorprendentes analogías con los mamíferos y se usa en los laboratorios para estudiar las enfermedades humanas).
El informe, publicado por la revista Behavioural Ecology, demuestra que la temperatura ambiente es probablemente el segundo factor a la hora de determinar el comportamiento sexual, después de la predisposición genética.
El experimento se realizó con moscas de la fruta procedentes de Arizona (clima semidesértico) y de Montana (clima de alta montaña), sometidas a distintas temperaturas en el laboratorio de Pernyn, de la Universidad de Exeter, y a través de40 generaciones (el promedio de vida de la mosca es de apenas treinta días).
En cualquier caso, la observación común fue que las hembras de Drosophila melanogaster aceptan más compañeros sexuales en climas fríos, mientras que en los climas calientes tienen una tendencia a ser monógamas.
Razones evolutivas
"Estamos ante un caso ejemplar del papel de los genes ante el medio ambiente", ha declarado la doctora Michelle Taylor, al frente del Centro para la Ecología y la Conservación de la Universidad de Exeter. "Desde el punto de vista biológico, tiene sentido que las hembras busquen más machos para producir más crías, procurar una mayor diversidad y sobrevivir mejor en climas fríos" (cada hembra de mosca de la fruta puede poner hasta 500 huevos de una sola vez).
PATROCINADORES:
INGEYPRO INGENIERÍA Y PROYECTOS. OFICINA TÉCNICA DE CONSTRUCCIÓN
http://www.paginasamarillas.es/fichas/ingeypro_46762091N_002.htmlwww.ingeypro.com
"Estamos ante un caso ejemplar del papel de los genes ante el medio ambiente", ha declarado la doctora Michelle Taylor, al frente del Centro para la Ecología y la Conservación de la Universidad de Exeter. "Desde el punto de vista biológico, tiene sentido que las hembras busquen más machos para producir más crías, procurar una mayor diversidad y sobrevivir mejor en climas fríos" (cada hembra de mosca de la fruta puede poner hasta 500 huevos de una sola vez).
INGEYPRO INGENIERÍA Y PROYECTOS. OFICINA TÉCNICA DE CONSTRUCCIÓN
http://www.paginasamarillas.es/fichas/ingeypro_46762091N_002.htmlwww.ingeypro.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario