sábado, 12 de mayo de 2012

El papel de la física en el hundimiento del Titanic

(NCYT) Ha habido muchas historias que relatan por qué el barco chocó contra el iceberg y por qué las dos terceras partes de los pasajeros y la tripulación perdieron la vida: No había suficientes botes salvavidas; no había binoculares en el puesto del vigía; hubo deficiencias por parte del operador de radio... Sin embargo, en el centenario de la catástrofe, el escritor científico Richard Corfield ha reconstruido los hechos y revisado cómo la secuencia de sucesos condujo a la desaparición del barco "insumergible", teniendo en cuenta elementos matemáticos y físicos que desempeñaron un papel importante.

Corfield, en su repaso de la catástrofe publicado en la revista Physics World, editada por el Instituto de Física, una importante sociedad científica internacional que cuenta con cerca de 40.000 miembros, realiza un análisis profundo sobre las deficiencias estructurales del barco y cómo éstas contribuyeron a su hundimiento.

Corfield destaca el trabajo de dos metalúrgicos, Tim Foecke y Jennifer Hooper McCarty, quienes combinaron sus propios análisis con registros históricos del astillero en Belfast donde fue construido el Titanic, y encontraron que los remaches que mantenían unido el casco del buque no tenían una composición o calidad uniforme y no habían sido insertados de manera uniforme.

Física del hundimiento del Titanic
Modelo del Titanic. (Foto: IoP)
Esto significaba que, en la práctica, la región del casco del Titanic que chocó contra el iceberg era sustancialmente más débil que la parte principal del buque. Foecke y McCarty aventuran la hipótesis de que el uso de materiales de pobre calidad respondió al deseo de reducir costos.

Además de ese problema estructural del buque, también parece que el clima a miles de kilómetros de distancia de donde se hundió el buque pudo influir en el curso de los acontecimientos. A veces, cuando el clima en el Caribe es más cálido de lo usual, la Corriente del Golfo se cruza en el Atlántico Norte con la Corriente del Labrador, la cual transporta glaciares, de un modo tal que se alinean icebergs formando una barrera de hielo.

En 1912, el Caribe experimentó un verano inusualmente caluroso, por lo que la Corriente del Golfo fue particularmente intensa. El Titanic golpeó al iceberg justo en la intersección entre la Corriente del Golfo y la Corriente del Labrador.

No fue un único factor el que envió al Titanic al fondo del Atlántico Norte. Por el contrario, el barco fue atrapado por una especie de "tormenta perfecta" de circunstancias que conspiraron para abocarlo a su perdición, tal como medita Corfield.





Fuente: Solociencia
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